La construcción de un presente creativo.

A veces me pregunto si en verdad vamos hacia el futuro o es el futuro que viene hacia nosotros. Porque si así fuera tendríamos la posibilidad de sentarnos a esperarlo y ya. Lo que incomoda en ese caso es que entonces deberíamos aceptar, que de la misma manera, fue el pasado el que se ha ido y no nosotrxs lxs que hemos caminado hacia adelante. 

No somos espectadores en la tensión entre pasado y futuro que se dirime en el cielo actual. De hecho, en algún área de nuestra vida está latiendo esa necesidad de liberarnos de viejos condicionamientos que sabemos nos detienen más que darnos seguridad. El desafío que se presenta es habitar ese viaje personal, ese salto al vacío (o al menos así lo percibimos), sin quedar presxs de nuestra exigencia, nuestras falsas ilusiones o actitudes de victimización. Porque reconozcámoslo, nuestra creatividad no escatima en excusas a la hora de explicarnos esa sensación de que a los demás les sale bien todo aquello que a nosotrxs no.

La gran vibración acuariana de estos tiempos en vínculo con Urano nos pone contra las cuerdas del cambio, aunque probablemente hayamos tenido muchas señales previas que quizás no fueron del todo escuchadas: liberarme de un trabajo que ya no siento para mí, de una pareja con quien eso mismo que nos une nos detiene, o de viejos valores que ya no representan lo que vivo en la actualidad. Sea lo que sea nos sentimos en la lenta urgencia de actuar, de ponernos en movimiento a partir de una comprensión distinta; una apertura a lo nuevo y creativo que se propone sabiendo que eso no nace necesariamente de las virtudes del ego sino más bien de una especie de vacío, de un futuro que se adelanta y pone en juego su novedad incómoda. 

Estamos invitados a comprender que los cambios irrumpen en nuestra vida tanto si puedo dejar ir lo que ya cumplió su ciclo como si no logro hacerlo. O sea, de cualquier manera lo harán. El tema es que, si me permitan esta simple metáfora, en el primer caso será intentando surfear la ola y en el segundo revolcándonos hasta la playa. Pero los cambios vendrán. De hecho, aquello que no logremos asimilar profundamente, haciendo el proceso que nos pida la experiencia, retornará de alguna forma en otros momentos de nuestros ciclos planetarios proponiendo una nueva oportunidad. Por eso sería bueno recordarnos siempre, aunque nos cueste tanto, que el camino de aprendizaje no debe ser tomado con exigencia y narcisismo, sino con apertura y coraje. 

Puede que el futuro se acerque, que vayamos hacia él, o que el tiempo como dicen sea una gran ilusión. Lo que nos recuerdan los astros es que no somos espectadores, ni en el propio sendero ni en el colectivo. El momento nos invoca a dejar emerger nuestra singularidad en el área que para cada uno se esté manifestando. Es tiempo de liberar viejas cargas y comprometerse en la construcción de un presente creativo que nos acerque a quienes somos.

Matías Neuburger

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