Cuidado del cuerpo

Jabón de manos Reverence Aromatique de AÊSOP

No lo uso a diario, lo hago cuando voy despacio, cuando me apetece mimarme. La combinación de sus aceites esenciales me llevan a un día de campo.

Descubrí esta marca en un viaje a Londres y me lo regalé por primera vez en una época muy difícil; tras una ruptura, estaba completamente deshecha, fuera de mi casa, sentía mi vida como unos pedazos de crital roto pero tenía esa sensibilidad a la que también te abre el dolor cuando llega hasta la médula.


Algo tan simple como lavarme las manos con esos aromas o sentir el agua caliente de la ducha me hacía volver a casa, volver a mi.
Me salvó en ese momento agarrarme fuerte a cosas sencillas, a estar presente mientras comía, al olor del café, al tacto de una mantita en el sofá o a hacer un bizcocho para una amiga porque mi estómago en aquel momento tenía el tamaño de una hormiga.


Descubrí cierto placer en esa fragilidad.
Es curiosa la calidez a la que te abre el dolor cuando no te resistes a él. Sí, este jabón me encanta pero es la excusa para hablar de lo demás.